Mi amigo se casa, se llama Abel. Supongo que su nombre viene
del cuento bíblico de Caín y Abel, y si alguna vez fueron al catecismo aunque
sea obligados para poder hacer la primera comunión y no arder en el infierno,
sabrán que Abel era el bueno de la historia… si, ¿no? … eso creo, solo voy a
misa en Navidad. Mi amigo se casa y como no hay regalo que dure cien años, es
mejor decir las cosas cuando hay oportunidad.
El 2 de junio de 2010 le escribí una carta, en mi antiguo
blog, jamás se menciona su nombre pero es obvio a quien iba dirigida. En ese
tiempo, mi amigo pasaba por una crisis emocional amorosa común y recurrente en
todos los humanos que alguna vez nos hemos preguntado qué es lo que de verdad
sentimos hacia otra persona, hoy (bueno, no hoy hoy… en algunos meses más) … 3
años después, mi amigo se casa con la mujer de sus sueños y este es el único
regalo que le puedo dar… porque soy pobre y no les puedo regalar una lavadora
:(
Antes de leer la carta, la lección de hoy no fue algo
creativo de manera física, no hice ninguna manualidad ni aprendí algo nuevo,
fue algo… que todo el mundo sabe pero no muchos ponemos en práctica: Digan las
cosas cuando hay oportunidad, nunca saben que podría pasar mañana… yo dejé
mucho tiempo pasar para hablar con dos amigas que ya no están aquí, quiero
pensar que están en un lugar mejor… sé que si aún hablo con ellas me podrán oír,
pero no es lo mismo a asegurarse que lo saben. Una persona nunca se cansará de
escuchar que es querida y que le deseamos buena suerte en una nueva etapa de su
vida. Hablen!! … bola de plomos ¬¬
Carta a mi guía espiritual 2
No te puedo hablar sin que parezca que me estás leyendo la mente y juzgando de una manera respetuosa, supongo que esas son las desventajas de tener amigos que están ordenados como ministros religiosos y que se saben la historia de tu vida en las buenas y en las malas. Hace algunos años te escribí una carta deseándote suerte en el nuevo viaje que emprendías con la mujer que, en ese entonces, apenas se convertiría en tu novia sin saberlo. Isabel, por si algún día lees esto… él te amó desde el primer momento que pusiste los ojos en él (: pero era tímido.
La verdad es que no soy buena para escribir felicitaciones de boda, no soy buena para escribir felicitaciones de nada, soy mejor dando las gracias. Gracias por todas las veces que nos acogiste en tu casa, nos alimentaste y fuiste nuestro maestro de mate. Gracias por tener la paciencia excesiva cuando íbamos a contarte nuestros problemas, cuando te hablábamos de cómo nos ahogábamos en un vaso con agua y nos escuchabas. Nos diste consejos, nos pasaste artículos bíblicos, nos diste abrazos cuando llorábamos y taquitos de chorizo cuando moríamos de hambre.
Conozco a pocas personas tan inteligentes como tú, pocas personas que valgan la pena como tú, por eso nos da tanto gusto que hayas encontrado a alguien igual de especial con quien compartir el resto de tu vida, nos da gusto que estés bien y seas feliz, que tengas el trabajo de tus sueños y que tu vida no sea fácil, queremos que sea interesante. No te deseamos, en nombre de todos, que tengas riqueza, 4 carros, 3 perros, 2 casas, 9 hijos o poder viajar todo el año, no. Te deseamos que te levantes por las mañanas sonriendo, que Isabel y tú se abracen cada vez que tengan oportunidad, que se recuerde todos los días porque se enamoraron y porque desean estar juntos.
Deseamos que cada día ayudes a tantas personas como nos ayudaste a nosotros, que sigas riéndote de las tonterías que hacíamos cuando estábamos en la universidad, cuando el Noé dijo que “zapato” era una variable en la clase métodos numéricos, cuando el Daniel rompió una pared tratado de bailar la canción de Shake It, cuando le regalamos a Mellado las temporadas de los Thundercats, cuando comíamos en el pasillo durante los simposios, cuando Hilda los hacía ir al gimnasio y sudar como puercos porque eran unos gordos asquerosos.
Te queremos no por buena onda, te queremos por ser tú, por ser nuestro amigo, por ser de los verdaderos amigos que irán a arreglarte la conexión a internet cuando se caiga durante un aguacero. Te queremos hoy y te vamos a seguir queriendo todos los días, pero ahora no sólo será a ti, te querremos a ti y a Isabel, porque ya serán uno oficialmente. Ya no te mandas solo hijo! Jajhajahajha… no les regalaremos un microondas, una vajilla o una nueva estufa porque te podemos ofrecer algo mucho mejor: estar ahí para ustedes siempre que lo necesiten, en cada canción de Linkin Park, en cada código de Java.
Podría seguir escribiendo hojas y hojas porque nuestro grupo fue una de las cosas más perronas que pudieron pasar en la universidad, esas son la clase de cosas que imaginas cuando piensas en entrar a un Campus. Nos conocimos en clase de Mate remedial, sin saber cómo o porqué… me imagino porque éramos de los pocos que sabíamos de verdad de lo que se trataba la clase, quisimos ser amigos y lo hicimos. El Daniel era delgado, yo tenía el cabello corto y era emo, la Michel casi no hablaba… así que realmente eso fue hace algún tiempo. Pero ya no hay tiempo.
Pronto te casarás y serán felices (: Hay pocas personas en el mundo que de verdad les deseo que sean felices el resto de sus vidas, que de verdad me preocupa que un día se vayan a dormir enojados, que por un día no se digan que se quieran y que desperdicien 5 segundos que podrían estar tomados de la mano. Tal vez ya no te veremos, tal vez no sea tan seguido, tal vez te veamos hasta dentro de 10 años en mi boda, pero si algo es seguro… es que dentro de 10 años, volveremos a saludarnos como si no hubiera pasado ni un día. Muchas felicidades otra vez!
Pd: si quieren leer la carta anterior… AQUÍ ESTÁ.
